LA POLÍTICA TURCA CON O CONTRA DAESH ES INSTRUMENTAL
La política que ha seguido el gobierno turco hacia los grupos takferistas, terroristas, entre ellos Estado Islámico en Iraq y el Levante (DAESH), fue desde el primer momento, una política instrumental, utilizarlos para tener influencia en la región, para debilitar a las fuerzas laicas en Turquía, y en la región, con la idea islamizar la vida en Turquía y de instalar el islam político en muchos gobiernos en la región. Eso ha caracterizado la política turca en alianza con Qatar, en Túnez, en Siria, en Libia, en Iraq y en Egipto. El gobierno turco no solo utilizo a los grupos islamistas para tener influencia en la región sino también para impedir cualquier posibilidad de que el pueblo kurdo repartido en Iraq, en Siria y en Turquía tenga un estado propio, o estados autónomos dentro de estos países. El gobierno turco no solo fue cómplice con DAESH, sino lo apoyo logísticamente contra las milicias kurdas de las Unidades de Protección Popular que defendían a la región siria de Kobani.
Durante casi 5 años, tanto los amigos y enemigos de Turquía coinciden en reconocer el papel de ese país en el apoyo logístico, en facilitar el paso de combatientes de estos grupos terroristas al interior de Siria y Iraq, la permisividad ante la instalación en el territorio turco de campos de adoctrinamiento y de entrenamientos de los grupos de DAESH y Jabhat Al Nasra. Los servicios secretos turcos se han dedicado a fortalecer y facilitar información a estos grupos criminales.
¿ha cambiado la política turca?
A raíz de los últimos atentados de DAESH al interior de Turquía, en Soruj que han causado decenas de muertos, mayoría jóvenes estudiantes que manifestaban en apoyo a la ciudad kurda de Kobani, pero concretamente, el atentado que más ha tenido el efecto de un posible cambio en la política turca, es el atentado por parte de DAESH contra militares turcos, provocando la muerte de un alto oficial del ejército turco. Eso ha obligado al gobierno turco a declarar la guerra contra DAESH, atacar posiciones de DAESH dentro de Siria, y por la primera vez permitir a la Alianza contra el Terrorismo utilizar bases militares turcas en sus ataques aéreos contra DAESH en Siria e Iraq.
La pregunta es, hay realmente un cambio de política, o es una maniobra más en la instrumentalización de DAESH.
Existen indicios contradictorios que difícilmente o es prematuro poder dar una respuesta a lo que esta pasando en la política turca. Indicios como son:
La propuesta hecha hace 2 semanas por el presidente ruso, Putin, durante la visita de una delegación de alto cargo de la familia saudí a Moscú, por casualidad o no, coincidía con una visita del ministro de exteriores de Siria, de articular una alianza contra DAESH, entre Arabia Saudita, Turquía, Irán, y el Régimen sirio. Seguramente muchos hemos pensado que es una alucinación y una fantasia, pero en el diccionario de la política internacional no existe lo imposible, en Moscú, Putin ha pactado con los saudís algo más de la construcción de un central nuclear y de venta de armas, algo que afecta la política regional. Según varios fuentes de información, confirmaron la visita a Damasco de un alto cargo militar turco, que se ha reunido con el jefe de los servicios secretos sirios. El presidente Bashar Assad, no le disgustó la propuesta de Putin, sobretodo una alianza como esta, aparca lo que han reivindicado tanto Arabia Saudita y Turquía de acabar con él, y pone como prioridad el combate contra el terrorismo y contra DAESH.
La declaración de guerra contra DAESH por parte del gobierno turco, puede que sea una bomba de humo, que esconde otros objetivos. El presidente turco, en su declaración de guerra contra el terrorismo, no se ha limitado a mencionar a DAESH, ha puesto en el mismo saco, al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), y contra “los marxistas”, y contra la izquierda turca. Las casi 600 personas, detenidas en los últimos dos días, efectuadas bajo el pretexto de combatir el terrorismo, no afecta tanto a DAESH sino más a militantes y simpatizantes kurdos del Partido Democrático de los Pueblos que en las últimas elecciones ha conseguido 80 diputados, e impidió que el partido islamista de Erdogan consiga la mayoría absoluta. Así que la declaración de guerra contra el terrorismo, esconde objetivos internos, debilitar a la izquierda, y contentar a la extrema derecha nacionalista turca para formar un gobierno, y también un gesto para contentar al propio ejército turco, descontento de la política de Erdogan. Pero el objetivo más ambicioso que esconde la declaración de guerra contra DAESH, es hacer realidad, la reivindicación de siempre del gobierno turco, de ocupar un territorio dentro de Siria, y declarar a ese territorio como “zona segura”, con un pretexto “humanitario” deportar e instalar a los refugiados sirios, pero en el fondo es para dividir el territorio sirio de mayoría kurda en dos, para impedir la idea de una autonomía o de un estado kurdo, y para imponerse como un actor principal en el conflicto y en una posible solución a la crisis en Siria, e imponerse como actor regional a tener en cuenta.
En todos los casos y las posibilidades, todo indica que la política turca tanto de apoyo o contra DAESH, es una política instrumental, que utiliza a DAESH para conseguir otros objetivos internos y regionales.
GHASSAN SALIBA ZEGHONDI