LA EDUCACIÓN DE LOS MENORES REFUGIADOS SIRIOS: DONANTES QUE BUSCAN BENEFICIOS
En las circunstancias de crisis humanitarias, crece la atracción en la educación del sector privado, interviene una parte de la comunidad internacional bajo el pretexto de las limitaciones de gobiernos en crisis y una ausencia de un sector público estable y eficaz. Con la crisis de los refugiados sirios, donde los sistemas públicos de educación en Jordania, Turquía y el Líbano esfuerzan para contener el número ascendiente de refugiados, las grandes empresas internacionales han decidido comprometerse de jugar un papel en la educación de los menores refugiados. Eso ha desencadenado una polémica a nivel internacional, la Organización Internacional de Educación ha elaborado un estudio, donde ha presentado las preocupaciones por “la privatización a través de las catástrofes humanitarias”, y por los beneficios que quieren sacar las empresas, y preocupación por la disminución del papel del estado en asegurar una educación de calidad.
900.000 menor refugiado sirio en Jordania, Turquía y el Líbano, que no están inscritos en las escuelas, un número importante que ha abierto el apetito de grandes empresas financieras internacionalmente conocidas, esas empresas han llegado a la escena de la crisis sin ningún tipo de planificación, ni coordinación con los ministerios de educación, con los profesores y sus sindicatos. Tampoco hubo coordinación entre las propias empresas, muchas lo único que las importa es vender su marca comercial, y otras han intervenido desconociendo la realidad y las necesidades, exagerando en el apoyo tecnológico, en ordenadores cuando el alumnado no tiene mesas y sillas para sentar, sin aseos y sin electricidad en las escuelas.
MERCANTILIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN
El hecho de la intervención de las grandes empresas, ha sido el sujeto de un estudio titulado “ la inversión en la crisis: mercantilización de la educación, y la participación del sector privado en la educación de los refugiados sirios”, un estudio hecho en Beirut por las dos investigadoras de la universidad de Massachusetts, la americana Francis Minachi y Zeina Zajaria, el estudio viene dentro de la campaña de la Organización Internacional de la Educación contra la mercantilización de la educación, la OIE es una federación sindical que agrupa a 401 organizaciones sindicales de 170 países.
LAS ORGANIZACIONES DONANTES
El 42% de las organizaciones donantes son empresas privadas comerciales, las personas investigadoras están estudiando el carácter y el motivo de estas empresas, y de las instituciones privadas en intervenir en educación de refugiados, si interés es el beneficio , eso seguramente se contradice con lo que es mejor para los menores refugiados, entre otros al derecho a una educación de calidad. El estudio ha constatado un aumento importante de la participación de empresas, sobre todo comerciales, la mayoría son empresas ubicadas en el norte, entre 144 organizaciones donantes hay 42% son empresas e instituciones privadas, 61% de esas empresas nunca se ha interesado por la educación. Jordania es la que más acoge a empresas (80%), seguido por el Líbano (74%) y Turquía (64%).
Hay empresas muy conocidas como son Goldman Sachs, Google, Holiot Pakard, LinkdIn, Makente Andeco, Microsoft, Pearson education, Randstad entre otras empresas que se han comprometido financiar la educación de menores refugiados sirios. Los motivos varían, en las entrevistas hechas a las empresas, una parte de las empresas lo justifica como un hecho de solidaridad, otros por tener conocidos y familiares sirios, pero la mayoría confiesan que es por motivos económicos, para mejorar la marca comercial, para abrir nuevos mercados o para intervenir cuando termina el conflicto.
La participación del sector privado en la educación es un tema de conflicto y de debate en los círculos académicos, de desarrollo, y humanitarios a nivel internacional. Las discusiones que ha provocado el estudio, está relacionada con el derecho a la educación, de principio el estado tienen que asegurar una educación de calidad, y organizarla de forma que llega a todos los menores que viven dentro de sus fronteras. Los opositores a la intervención de las empresas e instituciones privadas en la educación consideran esa intervención como una manifestación del neoliberalismo que considera la educación como una mercancía, esa participación debilita los sistemas educativos públicos y debilita la concepción que la educación es un derecho humano.
En una situación de debilidad, la intervención del sector privado no es justo, es de explotación, la periodista canadiense Naomi Klein ha creado una terminología “el capitalismo del catástrofe”, en considerar “los catástrofes como oportunidad para el mercado”, es una oportunidad para aplicar las políticas neoliberales. En la educación aparece “el capitalismo de los catástrofes”. Después del tifón Caterina en New Orleans en EEUU, se ha reformado el sistema educativo para dar cabida a las “Chárter Scols” (escuelas independientes financiadas por el dinero público) y gestionadas por el sector privado, que el tifón ha sido una oportunidad para modificar el sistema público y adecuarlo a la estrategia del mercado. Lo mismo ha pasado en 2010 en Haití, el sistema educativo privatizado ha recibido la financiación del banco “Inter- American Devolopment Bank” que ha establecido un protocolo con el ministerio de educación para dar apoyo a las escuelas privadas, en Liberia ha pasado lo mismo (la empresa donante es Bridge International Academis”. El problema es que “la privatización a través del catástrofe” se basa sobre la lógica de la “irreversibilidad”, se toman medidas en teoría son temporales pero en la realidad se conviertan en una revisión de la política educativa para muchos años.
EL LÍBANO ES UN EJEMPLO PARA LA INVERSIÓN
Hasta julio 2016, según un estudio hecho por Human Rights Watch, el número de refugiados sirios alcanzó el 25% de la población del Líbano, entre ellos 500.000 son a edades escolares y la mitad de ellos no están escolarizados. A pesar de que el Líbano recibió 3,5 mil millones de dólares, el gobierno libanés continúa diciendo que es una cantidad insuficiente. El sistema educativo público libanés ha enfrentado a varios dificultades para contener el número creciente de refugiados desde el 2011, en el curso escolar 2015-2016 había 495.510 alumnado sirio, en cambio el número de estudiantes libaneses era 294.294, el número de estudiantes sirios puede ser superior a esa cifra, porque estos datos solo son de los registrados en ACNUR, y excluye a los menores que no han podido matricularse en el Líbano o los que han superado la edad escolar.
En el 2012, el ministerio de educación del Líbano ha sacado un orden que obliga a las escuelas públicas matricular a los menores sirios al margen de sus situaciones regulares y de forma totalmente gratuita, muchas escuelas han tenido que abrir nuevos turnos por las tardes, más de 277 escuelas hacen turnos de tarde. En junio 2014, el ministerio de educación ha aprobado la política de asegurar la enseñanza a todos los menores (plan RACE), con el objetivo de matricular 470.000 alumnos sirios y libaneses en situación de pobreza, el objetivo del plan de duración 3 años que “los niños y niñas con más riesgos y riscos de exclusión como consecuencia del conflicto sirio, pueden estudiar en un ambiente adecuado y seguro”. En la última reunión de Bruselas sobre el conflicto sirio y la educación de los menores refugiados, el ministro libanés de educación ha manifestado la necesidad de asegurar la cantidad de 350 millones dólares anuales para poder cumplir con el plan de escolarizar a los menores refugiados sirios y d los libaneses, el fortalecimiento del sector educativo, y ampliarlo a través de la ampliación de la educación formal e informal, la capacitación, y la enseñanza profesional y de tecnología.
"Traducido del diario libanés Al Akhbar, de la periodista Faten Alhag"