LA ADMINISTRACIÓN DE OBAMA DA ALES A LOS HERMANOS MUSULMANES
LA ADMINISTRACIÓN DE OBAMA DA ALES A LOS HERMANOS MUSULMANES
Los días inmediatos, posteriores a los últimos atentados terroristas en el Sinaí, reivindicados por el grupo terrorista Beit Al Makdas, un grupo que se ha anunciado su lealtad al Califato Estado Islámico en Iraq y Levante (EIIL), una delegación de los Hermanos Musulmanes egipcios se han reunido en EEUU con la administración de Obama. Esta visita y en ese momento ha puesto en cólera a las autoridades egipcias y sobre todo al ejército egipcio que está combatiendo el terrorismo más duro y salvaje, es una situación de guerra real. Ese encuentro, en este momento, fue considerado por las autoridades egipcias como un error que debilita su guerra contra el terrorismo jihadista.
La reunión puede tener dos explicaciones, una, la más probable, es que la administración norteamericana continúa su equivocada apuesta en el islamismo político, como alternativa tanto contra las opciones democráticas, nacionales y progresistas, como contra los grupos jihadistas. La vuelta al lenguaje del islamismo político moderado, que ha demostrado no solo su fracaso en los países donde alcanzó el poder, sino como factor de división, de tensión y de desmembramiento de los estados. Los ejemplos de ese fracaso son numerosos, en Turquía, en Túnez, en Siria, en Libia y claramente en Egipto.
Existe otra posibilidad, pero es una probabilidad remota, que EEUU quiere atraer a sectores moderados de los Hermanos Musulmanes, y convencerlos para pactar con el poder actual en Egipto. Como he dicho antes, es una probabilidad remota, sobretodo se está haciendo estos contactos a la espalda del régimen egipcio, sin su conocimiento, y en consecuencia tendrá el efecto de debilitar al régimen a favor de sectores islamistas.
El pueblo egipcio salió a la calle dos veces y más, la primera contra el régimen de Mubarak y la segunda. El 30 de junio del 2013, contra el régimen de los Hermanos Musulmanes, eso demuestra el rechazo del pueblo egipcio a un gobierno islamista. Igualmente lo expresó el pueblo tunecino en las últimas elecciones legislativas y presidenciales. La vuelta a intentar vender a los pueblos árabes el “modelo turco”, está igualmente condenado al fracaso. En Turquía existe una represión, una violación sistemática contra los derechos humanos y las libertades de expresión, y el gobierno turco del islamismo moderado es quien está dando cobertura y apoyo logístico a los jihadistas en Iraq y Siria, y está negando el apoyo al pueblo kurdo en Kobani, en Siria, que está luchando heroicamente contra el Estado Islámico en Iraq y Levante (DAESH). La reiteración de la administración norteamericana en esa política, demuestra que ya no es una simple equivocación o errores de cálculo, sino es una estrategia para debilitar a los estados árabes, sobre todo destruir a los ejércitos árabes en guerras internas sin fin. En ese caso, destruir al ejército egipcio, que es el único ejército árabe que sigue mínimamente intacto.
La situación en que atraviesa Egipto, es muy delicada y muy grave, exige al régimen actual de Egipto, concretamente del presidente Sissi, una política diferente y una práctica política diferente, necesita la movilización de la mayoría del pueblo egipcio, que ha demostrado su rechazo al terrorismo jihadista, a los Hermanos Musulmanes, pero también a toda forma de poder autoritario y la vuelta a una situación parecida al régimen de Mubarak. Hay que movilizar al pueblo egipcio, en avanzar con los objetivos de las revoluciones del 25 de enero del 2011 y del 30 de junio del 2013, más libertades, más democracia, igualdad, justicia social y dignidad. Eso lo que fortalece y da fuerza a Egipto.
Ghassan Saliba Zeghondi
Ghassansaliba05@gmail.com