JORDANIA: LAS MOVILIZACIONES POPULARES CONTINUAN

2018-06-05 13:01

Desde hace más de una semana, miles de ciudadanos jordanos se manifiestan diariamente en casi todas las ciudades del país. Unos amplios sectores de la sociedad jordana se han movilizado,  sindicatos de trabajadores, colegios profesionales, agricultores, comerciantes, universidades etc., un amplio movimiento popular que coordina las movilizaciones, reivindicando la dimisión del gobierno,  la retirada de las leyes y decretos que apuntan a la subida de los impuestos, y el precio de productos básicos; y la política de austeridad debilitando el sector público y las prestaciones sociales, que son condiciones impuestos por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Ante la amplitud de las movilizaciones populares, el Rey Abdala intenta contener las protestas, descargar la cólera y el descontento popular en el gobierno de Hani Almelki, limitar las responsabilidades en la figura del primer ministro. El rey ha enviado a su hijo a una de las concentraciones para expresar su “comprensión” con las movilizaciones. Es el juego de siempre, sacrificar a algunos, para luego continuar con la misma política y salvar el régimen. Efectivamente, el presidente del gobierno ha presentado su dimisión con la idea de calmar la calle, y se estipula el nombramiento de un nuevo primer ministro, lo más probable será un antiguo ministro de educación, conocido por sus ideas liberales y de haber trabajado en el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el objetivo de dosificar la aplicación de las recetas de ese organismo.

A pesar de la dimisión del primer ministro y del gobierno, las movilizaciones continúan, miles de jordanos siguen protestando en la calle. La Coordinadora de las movilizaciones ha reafirmado que va continuar las protestas hasta que se retiran las medidas antisociales y ha exigido un giro económico y social, la soberanía frente a las recetas y las condiciones del FMI. La  Coordinadora ha reiterado la llamada a la huelga general para el miércoles 6 de junio.

Jordania, está pasando unos momentos económicos, sociales y políticos muy delicados, está recibiendo presiones económicos y políticos por parte de la administración Trump, de Arabia Saudita y de los países del Golfo, para que acepte el llamado “pacto del siglo” para la solución de la cuestión palestina, que consiste en la anexión de la mayor parte de Cisjordania y la ciudad de Jerusalén por Israel, y la posible construcción de un estado palestino en los territorios de Gaza y parte del desierto egipcio del Sinaí. El primer paso de ese “pacto del siglo” lo plasmó el presidente Trump con el traslado de la embajada de los EEUU de Tel Aviv a Jerusalén, esa última ciudad árabe está según las resoluciones de Naciones Unidas bajo la administración jordana. En las resoluciones de la ONU de la división de Palestina en 1948, la ciudad de Jerusalén ha quedado de forma transitoria bajo la administración del reino de Jordania. Desde varios meses, tanto Arabia Saudita como los Emiratos Árabes han suspendido sus ayudas económicas a Jordania.

De otra parte, en la frontera norte de Jordania, la frontera con Siria, la administración de los EEUU e Israel también tienen sus planes y objetivos, quieren involucrar a Jordania en la tensión y las confrontaciones militares contra el ejército sirio y el eje Rusia-Siria-Irán, con todo lo que comporta de peligro sobre la estabilidad política y sobre la economía jordana. La situación de conflicto en la frontera norte de Jordania, el cierre de la frontera y la llegada de más de 700.000 refugiados sirios, han ahogado la débil economía jordana.