INTERVENCIÓN EN LA UNIVERSIDAD DE VERANO A VIENNA

2018-07-18 14:30

Mi intervención en la Universidad de verano en Vienna, organizada por el Partido de la Izquierda Europea (12 de julio 2018):

En primer lugar quiero agradecer a los organizadores por darnos la oportunidad de participar en este debate con los camaradas de Syriza y AKEL, dos partidos de la izquierda de los países vecinos del Líbano, especialmente los camaradas de Akel, somos de dos países vecinos y tenemos mucho en común, entre los chipriotas y los libaneses tenemos una historia y una relación muy fuerte.

 Creo que la escuela de verano que organiza el partido de la Izquierda Europea y la Fundación Transform es un medio no solo para debatir, sino también para sacar conclusiones que pueden unir las bases para luchar juntos y para la solidaridad entre nuestros pueblos y entre las fuerzas de izquierda, progresistas de Europa y los países del sur del Mediterráneo.

Cuando hablamos del Mediterráneo, no nos referimos, o no nos limitamos a un área geográfica, es una extensión geopolítica, económica, histórica y cultural, hablamos de una área mediterránea que abarca países y situaciones más allá de países costeros,  hablamos de una región de gran importancia en lo económico, político y estratégico, estamos hablando del Mar Rojo, el Golf, el Océano Índico y el Océano Atlántico, es la región más rica en riqueza energética,  y donde están los canales más importantes del mundo a nivel de transporte marítimo, y comercial,  es el punto del encuentro de los 3 continentes,  el espacio mediterráneo significa los pueblos con toda la riqueza de la diversidad y el pluralismo.

Igualmente, Europa no es solo los 28 países que forman la Unión Europea, es más grande. La política euro-mediterránea no puede limitarse a los países costeros de ambos lados. Estamos en espacios interdependientes y conectados entre sí y conectados a la globalización y al orden internacional, seguramente cada espacio tiene sus problemas, sus especificidades, pero también hay cuestiones en común,  y hay cuestiones y desafíos globales.

Las características actuales de la situación internacional, de la crisis del sistema capitalista internacional, es la incapacidad de asegurar las necesidades para una vida digna para los pueblos. Estamos en una etapa de concentrar el capital financiero a expensas de la economía productiva y a expensas de los derechos de la clase trabajadora, de las capas populares  y la clase media. Sufrimos como consecuencia de esta crisis, el aumento de las desigualdades sociales, la concentración de la riqueza en mano de una oligarquía financiera, en mano de las mafias financieras y corruptas, como el retroceso en  las libertades democráticas, Trump es un  ejemplo, el aumento de la extrema derecha en Europa, o el aumento de las fuerzas salafistas violentas y oscurantistas en diferentes países árabes.

Vivimos, un proceso de desaparición de la dominación de un orden unipolar, que se caracteriza después de la caída de la URSS y del bloque socialista y los países no alineados, del dominio de los Estados Unidos sobre la política internacional. Estamos experimentando el regreso de la Federación  Rusa como una gran potencia, China como una gran potencia en varias áreas, la aparición de potencias regionales con un peso a nivel local e internacional, y una pérdida de poder de los EE. UU. y la Unión Europea . Estamos en una etapa de transición de un orden unipolar, a un orden multipolar, pero eso no significa necesariamente un avance para las fuerzas progresivas y la izquierda en general, a menudo las contradicciones entre los polos, son contradicciones entre intereses económicos y para el control de la riqueza global.

El enfrentamiento internacional entre los polos, no se limita a la competencia económica, tiene su cara militarista, el regreso a la carrera armamentista, las armas destructivas y las escaladas de guerras en diferentes partes del mundo, entre otros, en nuestra región mediterránea y también en Europa. En nuestro mar Mediterráneo encontramos la mayor concentración de flotas y bases militares.

Constatamos el predominio de los lobys de la industria militar que ejercen presiones sobre la política en países como Estados Unidos, Francia, Inglaterra, España, estamos ante una nueva versión de la Guerra Fría, un panorama negro de la provocación de guerras y el enfrentamiento militar en Asia, Europa, África y Medio Oriente. El comercio de armas en Europa y los países del Mediterráneo ha aumentado de forma alarmante.

En el área del Mediterráneo, especialmente en la Cuenca Oriental, hay conflictos crónicos, como el caso de la ocupación de Palestina por parte del estado sionista de Israel, y la negación de aplicar les resoluciones de la ONU, que contemplan  el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y la construcción de su estado independiente con su capital, Jerusalén, y el derecho de los refugiados palestinos a regresar a sus hogares y tierras (han sido resoluciones de la ONU desde 1948). Israel aplica políticas de apartheid contra todo el pueblo palestino, contra mujeres, niños y ancianos. Un apartheid económico, político y separación de aldeas y familias, y división del territorio para evitar la validez de un Estado Independiente palestino. En las prisiones de Israel, hay 7.000 prisioneros palestinos, 320 a la edad de 12, 13 y 14, como es el caso de la adolescente Aahed Tamimi. En las cárceles israelíes, hay 600 detenidos bajo una fórmula que no se encuentra en el derecho internacional  “arresto administrativo”,  sin una clara acusación y sin juicio.

La comunidad internacional y concretamente las fuerzas de izquierda, ya no pueden cerrar los ojos ante la barbarie, el apartheid y la violación de los derechos humanos practicados por Israel, apoyado incondicionalmente por los Estados Unidos, como lo demuestra la decisión de Trump  de trasladar la embajada de su país a Jerusalén, la capital histórica de Palestina, una decisión que representa una clara violación de las resoluciones de la ONU y de  la legitimidad internacional.

Persisten las amenazas israelíes contra el Líbano, todos los días los líderes de Israel amenazan al Líbano, todos los días los aviones israelíes violan la integridad del espacio de nuestro país y, últimamente, enfrentamos a las amenazas de impedir que el Líbano explote sus riquezas del gas en el mar, en el sur del Líbano, en aguas territoriales bajo la soberanía nacional libanesa. Israel quiere robar nuestra riqueza con el apoyo incondicional de la administración Trump.

Los países europeos que son miembros de los países “donantes”  teóricamente para ayudar al Líbano, desde 1991 hasta ahora, las famosas cumbres de París 1, París 2, París 3 y últimamente Ceders, favorecieron a una clase política libanesa corrupta,  estos países están presionando en la misma dirección para la aplicación de las recetas del Fondo Monetario Internacional, que apuntan a la liquidación de los servicios públicos, una política de austeridad, la liquidación del estado, una política que ha dejado al Líbano al borde de la bancarrota, con una deuda de casi 100 mil millones de dólares.

La clase política confesional dominante en Líbano, no ha hecho nada desde el final de la guerra civil, el estado está totalmente ausente a nivel de proporcionar infraestructura y servicios públicos para los ciudadanos (transporte, energía, agua, salud, educación,  pensiones, seguridad), es un país que representa un peligro debido a la contaminación. El régimen y el poder actual basado ​​en un capitalismo salvaje sin reglas, en el confesionalismo político, y en  el clientelismo y la corrupción, obliga a miles de jóvenes libaneses a abandonar su país, la mayoría de los libaneses viven en la miseria y en la pobreza en un ambiente contaminado. Todas las partes sin excepción que comparten el poder y los recursos del estado, de todas las religiones, son responsables de esta situación catastrófica.

El Líbano, un pequeño país de 10.452 kilómetros cuadrados, con una población de 4 millones, ha recibido cerca de un millón quinientos mil refugiados sirios, un millón registrados en  ACNUR  de las Naciones Unidas,  son personas que  han escapado de la  guerra y la destrucción sistemática. Un alto número de refugiados tiene efectos en la situación económica y social de nuestro país, la mayoría de los refugiados viven en condiciones infrahumanas, en un país donde los servicios públicos históricamente deficientes, en un país conocido por la ausencia del estado y un país que no ha firmado convenciones internacionales sobre derechos de asilo.

Al mismo tiempo,  Europa fortaleza rechaza y se opone a la entrada de unos pocos miles de personas que huyen de la miseria, la represión y la guerra, Europa viola los derechos humanos, los derechos internacionales y se olvida de los valores mismos de la constitución de la Unión Europea, los valores de la revolución francesa, los gobiernos europeos se niegan a salvar a miles de personas que necesitan ayuda en el mar Mediterráneo, convirtiendo nuestro mar en un cementerio de niños, mujeres y hombres que simplemente buscan vivir.  Europa fortaleza viola el derecho más básico que es el derecho a la vida.

Sin ningún tipo de  vergüenza, y de piedad, la UE propone la instalación de campos y centros para los refugiados fuera de su territorio, en países en guerra como Libia, donde no existe un respeto mínimo por los derechos humanos y seguridad. Las personas que huyen de la guerra se ven obligadas a regresar y a vivir  en peligro de perder sus vidas y ser víctimas de la explotación y el tráfico de `personas.

 Lamentablemente, los gobiernos europeos ya no pueden dar lecciones de democracia, libertad, fraternidad y justicia. Lo contrario, los partidos de extrema derecha toman el poder en varios países, si no directamente, es lamentablemente a través de una cultura política dominante que ha asumido las ideas y la ideología de la extrema derecha, xenófoba, discriminatoria con todo lo que es diferente. Una cultura dominante que renuncia a los principios de solidaridad y justicia social. La política de austeridad, los recortes sociales, la privatización, que sometieron a una gran parte de los europeos a la miseria, y en el desempleo, especialmente en el sur de Europa.

Con la misma lógica, los gobiernos europeos no dudan en aumentar los presupuestos militares o aumentar la venta de armas para alimentar las guerras llevadas por países que no respetan el mínimo de derechos humanos como Arabia Saudita, Emirato Árabe , Qatar, que utiliza estos armamentos en la guerra contra el pueblo yemení o para apoyar a grupos oscurantista de DAESH y Al Qaeda. También la UE vende armas y tiene acuerdos de colaboración en materia de seguridad con el Estado de Israel para llevar a término sus políticas de aniquilación, de apartheid contra el pueblo palestino y la política de expansión y anexión de los territorios árabes.

 La situación en Siria es insoportable, casi 7 años de guerra, con cientos de miles de muertos, casi 6 millones de refugiados fuera de Siria, y el mismo número de desplazados internos, la destrucción total de pueblos y ciudades, la destrucción de la sociedad y la cohesión social. Estamos frente a un drama humano, causado por la falta de una alternativa democrática sobre el terreno, por la intromisión regional e internacional en el conflicto, y por la financiación y el apoyo por parte de países como Qatar, Arabia Saudita, Turquía y probablemente con el apoyo directo o indirecto de algunos países europeos y los Estados Unidos a los grupos terroristas, como DAESH, El Nusra y el Qaeda, es a través de la venta de armas a los países del Golfo, principalmente a Arabia Saudita, que usa estas armas en Siria, Yemen o Libia. Además de la guerra interna de Siria, también se debe mencionar la guerra de Turquía contra los kurdos sirios. El régimen turco, como Israel, es una amenaza para la unidad, la integridad y la soberanía de Siria.

Sin duda, no tenemos tiempo para hablar de todos los países árabes, conflictos, represión, falta de libertad, conflictos sociales, grupos salafistas y takferistas, fuerzas oscurantistas, no tenemos tiempo para hablar Iraq, Yemen, Libia, Bahrein, Túnez, Egipto, Marruecos, Sudan etc. Pero quiero destacar la lucha de los pueblos árabes y mediterráneos por la libertad y contra la política económica y social, la política de austeridad impuesta para el FMI y el Banco Mundial.

Queridos camaradas,

 Aprovechamos la Universidad de verano organizada por el Partido de la Izquierda Europea, para destacar la necesidad de una verdadera coordinación y trabajo conjunto para poder influir en la política de nuestros países, a nivel nacional y necesariamente a nivel regional, e internacional.

Quiero definir algunos puntos de trabajo en común:

  1. Por la paz, especialmente en el Mediterráneo oriental, donde vivimos la concentración de flotas y ejércitos de todo el mundo. Debemos recuperar el movimiento por la paz y contra  la carrera armamentista. Todos debemos presionar a los gobiernos europeos para dejar de  vender armas a países como Arabia Saudita, Israel, etc.
  2.  2- Apoyo al pueblo palestino en su lucha por un estado independiente en el territorio histórico de Palestina, y Jerusalén como la capital de este estado, y el regreso de los refugiados palestinos a sus casas y tierras en Palestina. Debemos pedirle a la Unión Europea que reconozca a Jerusalén como la capital del estado palestino.
  3. La organización de una campaña para obligar a Israel a aplicar la IV Convención de Ginebra y la liberación de todos los prisioneros palestinos, especialmente los niños, adolescentes, los enfermos y los presos que son arrestados sin juicio.
  4.  Apoyo a la soberanía del Líbano sobre su territorio y sus riquezas naturales ante las continuas amenazas del estado de Israel.
  5. exigir que Israel se retire de todos los territorios árabes ocupados.
  6. Hacer todo lo posible por una solución política a la guerra y el conflicto en Siria, sobre la base de preservar la unidad, la integridad y la no injerencia de las potencias  regionales e internacionales en los asuntos internos del país. Una solución que garantiza las aspiraciones del pueblo sirio para el desarrollo democrático y también los derechos históricos del pueblo kurdo y para unir a los sirios contra el terrorismo de DAESH, Jabhat Al Nusra y otras organizaciones oscurantistas.
  7. Se debe exigir a la comunidad internacional, las organizaciones internacionales, las Naciones Unidas, los países involucrados en el conflicto sirio y la Unión Europea que inicien las tareas urgentes para la reconstrucción de Siria y el regreso de los refugiados y personas desplazadas a sus casas y sus tierras. Los países europeos deben levantar con urgencia las sanciones impuestas a Siria, porque es el pueblo sirio quien paga las consecuencias de estas sanciones.
  8. La solidaridad con las fuerzas árabes democráticas y progresistas que luchan por la libertad, el progreso social, la dignidad y contra todas las formas de oscurantismo, solidaridad con los pueblos de Sudan, Túnez, Bahréin, Egipto, Iraq, Libia, Marruecos, etc. .
  9. Garantizar una alianza entre los pueblos europeos y los pueblos árabes,  entre las fuerzas de izquierdas, progresistas y laicas, para hacer frente a la política de austeridad y en contra de las recetas del Fondo Monetario Internacional, y establecer relaciones basadas en los intereses comunes y respeto mutuo.