EN MEMORIA DEL LIDER TUNECINO CHUKRI BLEIID, ASESINADO POR LOS GRUPOS OBSCURANTISTAS.

2017-03-28 18:58

Los días 24, 25 y 26 de marzo, se ha celebrado en Túnez el Encuentro del Foro de la Izquierda Árabe con la participación de organizaciones internacionales, fue dedicado a la solidaridad con la resistencia del pueblo palestino, con el lema “100 años de resistencia”, en referencia a la siniestra declaración de Balfour, en 1917,  que prometió al movimiento sionista una tierra para los judíos en Palestina. El anfitrión y convocante de ese encuentro es el partido Watad de Túnez (Partido Patriótico Democrático Unificado de Túnez), un partido que pertenece al Frente Popular de Túnez.

He tuve la oportunidad de participar en el encuentro, fue una ocasión a parte de manifestar la solidaridad con el pueblo palestino, conocer de cerca el Foro de la Izquierda Árabe, y también por  conocer la situación en Túnez. En el último día del encuentro, todas las delegaciones nos hemos acercado al cementerio de Túnez (capital) para visitar la tumba de Chukri Bileiid, asesinado el 6 de febrero en 2013 por grupos takferistas y obscurantistas. Chukri Bileiid, fue el Secretario General de la coalición de la izquierda tunecina, el Frente Popular. Cerca de la tumba de Chukri Bleiid se encuentra la del otro dirigente asesinado del frente,  Mohamed Brahmi.  

Han pasado 4 años desde los dos asesinatos, y la revolución tunecina  parece suspendida en el tiempo, las fuerzas de la contrarevolución intentan restablecer el régimen de Ben Ali pero con caras nuevas, ha flotado en la vida política toda una “nueva-vieja” cuadros, los que eran invisibles en el régimen anterior, que se han graduado en las escuelas del Banco Mundial y del FMI, una clase relativamente joven pero conocidos por sus recetas y practicas ultraliberales a nivel económico, practicas antipopulares del actual gobierno de coalición entre Nida Túnez y el islamista Al Nahda. La izquierda tunecina considera que se ha puesto en flote toda una política de mafias y de corrupción que controlan la vida política, los órganos del poder y la economía tunecina. El proceso democrático está de nuevo en peligro. De un lado, hombres y mujeres que lucharon contra la dictadura de Ben Ali siguen fichados por la policía, tienen prohibido ocupar puestos de trabajo en el sector público, hay una tendencia a limitar las libertades democráticas y mayor concentración del control de los medios de comunicación. Los pocos ministros que han manifestado un pequeño margen de rechazo a la política del gobierno fueron amenazados, suspendidos u obligados a dimitir.

Nida Túnez y Al Nahda, intentan establecer un control sobre todas las instituciones, bajo la paragua de la “cohabitación”, que en el fondo siguen la misma política neoliberal y antipopular, uno bajo el tutela del modernismo y laicidad y el otro bajo la tutela del islam moderado, están de acuerdo los dos en que no cambia nada, los dos son cómplices en tapar los crimines cometidos por el régimen anterior, como en aclarar los asesinatos de los líderes del Frente Popular, Chukri Bleiid y Mohamed Brahmi.

Seguramente la vuelta atrás y la contrarevolución no es un camino fácil, en frente a esta política existen organizaciones potente que rechazan a las prácticas mafiosas, a las medidas antipopulares, antisociales y antidemocráticas. Existe una organización sindical potente, la UGTTT con gran potencial de movilización y cohesión, y también existe el Frente Popular como una agrupación de la izquierda amplia. Después del verano se celebraran las elecciones municipales y luego las elecciones regionales, el Frente Popular tiene una oportunidad de demostrar su fuerza popular y capacidad de cambiar el rumbo, y la vuelta a los objetivos de la revolución: Libertad, dignidad y justicia social.