EL LÍBANO: ELECCIONES PARLAMENTARIAS EN UN ENTORNO DE GUERRA

2018-05-11 09:56

El día 6 de mayo se han celebrado elecciones parlamentarias en el Líbano. Las primeras elecciones después de 9 años, el anterior parlamento cuyo mandato era de 4 años, se ha ido autorenovándose, los propios parlamentarios votaban la continuación del mismo parlamento. Lo nuevo en estas elecciones es su celebración bajo una nueva ley electoral, una ley acordada entre los partidos del poder para impedir un cambio real, una ley, y una división de circunscripciones a medida de cada líder político y confesional, han divido el Líbano en 15 pequeñas circunscripciones electorales, y se mantenía el reparto confesional (50% cristianos y 50% musulmanes), un reparto entre 18 confesiones religiosas reconocidas por el estado libanés. La introducción del sistema proporcional fue neutralizado con el voto preferencial en cada Kadaa (comarca) sobre base confesional. Todo a la medida para perpetuar la misma clase política y confesional, para impedir un cambio y la entrada al parlamento de partidos de izquierda, partidos y figuras laicas. Una ley que ha creado alianzas extrañas, enemigos en la misma lista, amigos en listas enfrentadas, y disputas en la misma lista. Toda la clase política dominante se han puesto de acuerdo para que no haya una ley electoral moderna, con una única circunscripción electoral o la eliminación del reparto confesional.

A pesar que son elecciones hechas después de largo tiempo y sobre la base de una nueva ley electoral, eso no ha animado a los libaneses a votar, el porcentaje de participación fue baja, no superó el 49% a nivel nacional, en algunas circunscripciones no llegó al 35%. En el exterior, se han inscrito a votar solo 85 mil libanés, el mito de la “diáspora libanesa” que calcula el número de libaneses en el exterior en cerca de 10 millones no ha servido para movilizarlos a inscribirse para la votación, han votado el 50% de los inscritos (45 mil votos en todo el mundo). En total, un alto porcentaje de abstención, que suele afectar negativamente a las fuerzas que quieren cambio, así que la mayoría de los libaneses en el interior como en el exterior no han creído que esas elecciones puedan aportar cambios.

La campaña electoral y las elecciones se han desarrollado en un clima de tensión provocada por los propios partidos confesionales, han jugado sobre el factor de la “excitación confesional”  para ganar votos, en un clima de amenazas, agresiones físicas contra simpatizantes de las candidaturas de la izquierda y la sociedad civil, en un ambiente de sobornos y de gastos electorales astronómicas, Arabia Saudita ha puesto grandes cantidades de dinero para apoyar a sus marionetas, principalmente a la extrema derecha cristiana y musulmana, a las Fuerzas Libanesas de Samir Geagea, y a los grupos islamistas sunitas, Arabia Saudita ha financiado a sus aliados y a los aliados de Israel.

La Asociación para Elecciones Democráticas, que ha tenido observadores en casi todo el Líbano, ha denunciado más de 200 incumplimiento a la ley electoral, ha puesto en duda la limpieza del proceso electoral, ha citado entre otros:

  • El Comité Superior de Control de las Elecciones no se ha puesto en marcha, varios miembros han dimitido por falta de medios y competencias.
  • La mitad de los ministros son candidatos, han aprovechado de sus cargos en el gobierno para fines electorales. El Ministro de Interior era candidato y organizaba el mismo tiempo las elecciones, el ministro de exteriores fue candidato y organizaba las elecciones en el exterior, y muchos más ejemplos de inauguración de obras y de ayudas por ministros que son a la vez candidatos.
  • No se puso limitación a los gastos electorales.
  • Simpatizantes de algunos partidos (Amal en el Sur del Líbano, y las Fuerzas Libanesas) impedían a los delegados de otras listas y votantes acceder al lugar de votación.
  • Agresiones físicas que causaron un muerto en Shuaifat (alrededor de Beirut).
  • Amenazas colectivas contra aldeas y pueblos en caso de que voten para partidos laicos o de izquierda.
  • Detección de papeletas sin la firma y el sello legal.
  • Desaparición de votos.
  • La prolongación de la votación en algunos sitios 2 horas después del cierre oficial de los colegios.
  • Fraude en la votación de las personas con discapacidades o gente mayor con autonomía personal limitada. Se detectaron que los “acompañantes” son los que mercaban el voto. Todos los colegios electorales no estaban preparados para facilitar el voto libre de las personas con discapacidad y para la gente mayor.

 

Grupos de la sociedad civil, de izquierda, laicos, progresistas, como el caso del Partido Comunista Libanés han concurrido a las elecciones partiendo de situaciones desfavorables, sobre todo a causa de una ley de reparto confesional, y por falta de medios económicos para competir con partidos confesionales que han tenido el apoyo financiero y político de los 2 grandes ejes enfrentados en Oriente Medio, Arabia Saudita-países del Golfo, Israel- EEUU de una parte, e irán- Siria, Rusia de otra parte. Con grandes dificultades, la izquierda, los laicos, los llamados sociedad civil, comunistas, han conseguido presentar listas conjuntas en 13 circunscripciones de las 15, en el sur del Líbano con el nombre “una sola voz para el cambio” y en las otras circunscripciones con el nombre “Kolona Watani” (todos/as patriotas), listas que han concurrido contra todos los partidos confesionales, contra las Fuerzas Libanesas, la Falange, Hezbollah, Amal, Corriente Libre del general Aoun, Al Mustakbal de Saad El Harriri, y otros. Las alianzas de la izquierda negaron entrar en listas con partidos del poder, llevando a cabo una campaña muy dura y muy compleja. A pesar de las sumas de dificultades, han conseguido entrar en el parlamento con 2 diputados de 128, pero lo positivo es de una parte, el alto número de votos conseguidos, en algunas circunscripciones la diferencia ha sido mínima, y de otra parte, se ha conseguido establecer la base para consolidar una alianza de fuerzas, personalidades, organizaciones sociales progresistas, democráticas y laicas como una alternativa estable para encabezar la lucha para un Líbano democrático y laico, toda la esperanza consiste en mantener esa alianza y estructurarla a nivel de base y en todo el territorio libanés.

LAS TENSIONES Y LAS GUERRAS.    

Las elecciones en el Líbano se han celebrado en un clima de guerra, en un momento de máxima tensión en la región. La guerra en Siria tiene sus influencias en la situación política del Líbano, la tensión entre EEUU, Israel, Arabia Saudita contra Irán igualmente tiene sus influencias y su campo de batalla en el Líbano, el choque entre los dos ejes regionales e internacionales (Rusia-Irán- Siria-Hezbollah- Iraq) y (EEUU – Israel – Arabia Saudita – Francia – Inglaterra) también influye sobre en el Líbano. La disputa electoral en el Líbano no ha estado fuera de esa tensión, cada eje intentó consolidar el máximo número de diputados, imponiendo una correlación de fuerza favorable a una alineación con un eje u otro. Los resultados de las elecciones, apuntan a una mejora en las correlaciones de fuerzas a favor del eje Siria- Irán – Rusia- Hezbollah, en cambio los aliados de Arabia Saudita han perdido terreno, salvo las Fuerzas Libanesas (aliados cristianos de Arabia Saudita), pero el ligero avance de las Fuerzas Libanesas no puede compensar la gran pérdida del movimiento Al Mustakbal del primer ministro Rafic El Harriri (de la religión musulmana sunita) que ha visto su fuerza reducida casi a la mitad en nombre de diputados, y la entrada en el parlamento de fuerzas y diputados también sunitas pero aliados de Siria y Hezbollah.

 Muchos libaneses, pensaron que no se celebraran elecciones, que la región y el Líbano incluido estarán sumergidos en una guerra devastadora, las reiteradas agresiones israelís contra Siria, los bombardeos por parte de EEUU, Francia, Inglaterra, las amenazas continuadas de Israel contra el Líbano, las amenazas de Trump contra Irán, todo se apuntaba que vamos a una guerra inminente.  En ese momento, las elecciones ya se han celebrado, una nueva correlación de fuerzas a nivel interno se impone, pero las amenazas, y el peligro de desencadenamiento de una guerra en la región parece cada vez más cercana, y que puede producir en cualquier momento. El presidente de EEUU, el primer ministro israelí,  y el rey de Arabia Saudita,  el trió Trump, Netanyahu, Mouhamed Ben Sultan, están haciendo todo lo posible y están metiendo todos los esfuerzos para que realmente se desencadena la guerra. En caso de producir será una guerra devastadora sobre todo con el gran número de concentración de fuerzas navales, bases militares, y la existencia de las armas más sofisticadas del mundo; una guerra que arrastrará a muchas potencias internacionales y regionales, y afectará con la muerte y la destrucción a todos los pueblos de oriente medio, a los pueblos del mediterráneo y también a Europa.