EL DESTINO DE HARIRI EN MANOS DEL PRESIDENTE FRANCÉS MACRON

2017-11-16 23:07

Después de las presiones del Líbano, a través de los contactos internacionales, y la amenaza de llevar el tema de la detención de Hariri por Arabia Saudita al Consejo de Seguridad de la ONU, el presidente francés ha mediado para la liberación de Hariri, Macron viajó personalmente a Arabia Saudita, y posteriormente  su ministro de exteriores. Hoy el ministerio de asuntos de Francia ha anunciado que Hariri viajará con su familia a París el próximo sábado.

Según fuentes no confirmadas, Hariri estará en el Líbano, el próximo martes, pero nadie sabe el contenido del acuerdo entre Francia y Arabia Saudita, si Hariri vuelve al Líbano y continuara sus actividades como presidente del gobierno, o reafirma su dimisión y renuncia a cualquier actividad política.

En todo caso, todo se apunta a un fracaso de Arabia Saudita en su objetivo de desestabilizar el Líbano o  empujar a Israel en una aventura militar contra el Líbano, bajo el pretexto de dirigir un golpe a Hezbollah y a Irán. En el Líbano va haber un gran consenso de rechazar la humillación saudí, salvo algunas excepciones expresadas por Samir Geagea, jefe de las Fuerzas Libanesas (falangistas), conocido históricamente por ser protagonista en cometer asesinatos, matanzas y por la buena relación con Israel (con Sharon concretamente). Dicen que Samir Geagea en su última visita a Arabia Saudita, prometió poner a 12.000 milicianos para combatir a Hezbollah en caso de que haya una invasión israelí al Líbano, pero Geagea condicionó eso a la dimisión de Hariri, considerándole de “blando con Hezbollah”, según Geagea que Hariri entro en una dinámica de entendimiento con Hezbollah y con el presidente de la república Michel Aoun, y es difícil salir de esa dinámica.

Lo que ha pasado a Hariri, según fuentes palestinas, había el miedo que pase lo mismo al presidente de la Autoridad Nacional Palestino, Mahmud Abbas, para reemplazarlo por Dahlan, el hombre más afín a la política saudí,  dispuesto a entrar en guerra contra Hamas y a un acuerdo con Israel, a través de una propuesta norteamericana, concretamente de Kushner, cuñado de Trump, un acuerdo que consiste en la renuncia a las resoluciones de la ONU sobre 2 estados, a cambio de una autonomía bajo la ocupación israelí (solución de un solo estado), y la renuncia también de los palestinos al derecho del retorno de los refugiados a sus tierras. Arabia Saudita expresó a Abbas el rechazo al acuerdo entre la Autoridad Nacional Palestina, Al Fatah y Hamas, como por el acercamiento de Hamas a Irán y Qatar.

La detención y la próxima liberación de Hariri, representa una batalla conjunta saudí-israelí, que seguramente no es la última, hay una confrontación entre dos ejes en oriente medio, eje saudí-israelí-norteamericano, y el eje iraní-hezbollah-régimen sirio-Iraq-Rusia, es una confrontación para imponer correlaciones de fuerzas, pero el meollo para Israel es conseguir una correlación de fuerzas para liquidar la causa del pueblo palestino,  su derecho a la autodeterminación y a su estado independiente. El Líbano continuará siendo una de las plazas de la confrontación, y siempre ante el peligro externo y de la desestabilización interna, en un régimen de reparto confesional débil y en una paz civil frágil.